Era la primera vez que salía de mi ciudad natal sin mis padres y estaba muy emocionada, ya que, solo iba con la compañía de una amiga. Las dos volamos en avión por primera vez, y al llegar nos sentíamos las jóvenes mas independientes del mundo.
El motivo del viaje era poder conocer a nuestros ídolos en un concierto que darían en la capital. Después de varias actividades que hicimos en el día del evento, por fin llegamos al lugar. Mi corazón latía más rápido que nunca, después de tanto tiempo, había llegado el día en que los conocería al fin. Luego de aproximadamente dos horas de ilusiones, emociones y felicidad, el concierto llegó a su fin. Ya había oscurecido y era hora de irnos al lugar donde nos estábamos quedando.
Considerando que Santiago es peligroso y que ni yo ni mi amiga conocíamos el lugar, optamos por llamar un móvil, sin importar lo que éste nos cobrara. Llamamos decididas, sin embargo, la operadora nos comunicó que el vehículo tardaría alrededor de cuarenta minutos en estar en el lugar. Nosotras, asustadas, lo pedimos igual. Sin embargo, la gente comenzaba a dejar rápidamente el sitio. De pronto, una niña de aproximadamente quince años y con una personalidad muy extrovertida se sentó cerca de nosotras, mi amiga que suele ser muy sociable, le habló y preguntó quién la iría a buscar, inmediatamente respondió que su padre lo haría, el que llegó en el momento, en una camioneta blanca. Le preguntamos rápidamente a la niña a qué lado iba e inmediatamente ésta nos ofreció llevarnos, ya que, se dirigía al mismo camino que nosotras.
Así fue como nos subimos al auto, muy agradecidas de que esta niña y su padre, muy simpáticos, aparecieran como por arte de magia justo cuando creíamos que ya no teníamos ninguna solución al problema, menos en una ciudad desconocida.
Llegamos bien al lugar donde alojábamos, agradeciendo infinitamente a esas dos personas que sin esperarlo llegaron como dos ángeles.
Desde ese día, siempre pienso que aunque muy difícil o mala sea la situación, siempre habrá alguien o algo que haga que las cosas mejoren.